Cada día que pasa nos volvemos más selectivos con las especies a tentar, ya sabemos, o creemos saber, en qué embalse podemos encontrar la mayor captura de determinado pez. Sabemos que Orellana es tierra de lucios, Zújar de Barbos... El embalse que hemos visitado hoy, cuyo nombre no vamos a poner, no por guardar celosamente nuestro edén, sino para preservar sus ejemplares de la estúpida "captura y cazuela", sospechabamos que guardaba ejemplares de Black-bass dignos de récord.
Hemos montado los "patos" a media mañana, tras unos cuantos kms de enlace desde nuestro último hospedaje. Aguas muy tomadas y navegación a ciegas, sin la sonda. Una primera orilla sin picadas y, cuando empezabamos a perder la fe, clavamos un par de hermosos Black-bass y cambiamos de tercio, sabiendo que no hay juveniles; solamente adultos al acecho.
Cuando más apretaba el calor, en un talud de considerable profundidad, el rey del embalse decide perseguir y atrapar el señuelo de Álvaro. Adrenalina. Parece una Carpa por el tono anaranjado. Se deja ver entre carrera y carrera hasta que salta para intentar desengancharse. No hay duda; es El Black-bass. Lo que venimos a buscar. El que debía cerrar la fiesta. Más de 3 kg de centrárquido super-depredador (el récord estatal está en 4 kg). Lo que ni siquiera vimos en youtube ;)
Para acabar la tarde, la naturaleza no nos dejó seguir, picadas fallidas, desenganches en el último instante. Pero ninguno, ni por asomo, como aquél que volvió al agua tras las fotos de rigor.
Cae la tarde. Hay tormenta. Toca recoger y cenar. Hoy ha sido el día que no olvidaremos. Captura y suelta.
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